Desde 1977, cada año el 15 de marzo, militantes de diferentes regiones del mundo hacen un llamado a manifestaciones y a acciones directas contra la represión o las brutalidades policiales. Por el momento, es difícil encontrarse por causa de la pandemia, pero esto no significa que nos quedamos silenciosos. La violencia de las autoridades destruye comunidades locales y da lugar a situaciones donde toda iniciativa está sujeta no solamente a multas o a penas de encarcelamiento, ¡sino también a palizas y torturas! Si las violencias contra los militantes políticos están, en cierta medida, en disminución en relación con el siglo XX, hoy las violencias contra las personas ordinarias no dejan de aumentar. Es quizás debido a la indiferencia, a la falta de solidaridad o a la discriminación basada en la edad o la etnia a la que pertenecen.
En esta jornada internacional contra la represión policial, la Juventud Obrera Cristiana Internacional se asocia a la clase obrera, a la sociedad civil y a los movimientos sociales para condenar los actos de violencia policial y la represión de Estado.