Bartolo Perez: Cronología de la vida de un siempre jocista

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Bartolo Pérez nació en São Paulo el 20 de noviembre de 1925.

Fue pedagogo y educador universitario. De ascendencia española, sus padres, Francisco y Josefa, llegaron a Brasil durante la época de la inmigración.

Con 14 años de edad, empezó a trabajar como aprendiz de tornero en una pequeña industria de fabricación de piezas de automóvil. Fue en esta fábrica, en 1942, donde Bartolo Pérez con 16 años conoció al joven Emídio, un militante de la JOC que lo ayudó a mirar la realidad: "Yo tenía mucha curiosidad para saber qué era la dignidad, qué significaba esto", dijo Bartolo hace unos años en una entrevista.

Así el joven trabajador fue tomando conciencia y junto a sus compañeros desarrolló acciones militantes. Una de las primeras fue ir al sindicato a denunciar la situación laboral de los jóvenes de la fábrica.

Y así Bartolo se unió al grupo de la JOC en el barrio de Mooca en la ciudad de São Paulo.

Bartolo fue parte de la historia que desencadenó el 1er Congreso Nacional de Jóvenes Trabajadores y el 1er Congreso Nacional de Jóvenes Trabajadoras Domésticas, entre muchos otros procesos que marcaron la historia de la JOC y de la clase trabajadora Bbrasileña y a nivel internacional.

Fue un líder local y regional. Fue presidente del Consejo Nacional de  la JOC. Ayudó a organizar la JOC en Uruguay y otros países.

Cuando el Primer Congreso Internacional de la JOC tuvo lugar en Roma en 1957, Bartolo, junto con 183 jóvenes brasileños, se embarcó para ayudar a construir la JOC Internaconal (JOCI), junto con jóvenes de otros 82 países.

En 1962, elegido Presidente Internacional de la JOCI, se fue a vivir con su esposa Cándida a Bélgica.

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En 1966, a su regreso a Brasil, decidieron vivir en Porto Alegre, cerca de los padres de Cándida. Pudieron contar con la solidaridad jocista para instalarse y reestructurar su vida.

En la capital de Rio Grande do Sul completó sus estudios básicos a través de cursos para personas adultas, graduándose posteriormente en pedagogía en la FAPA (Facultad de Porto Alegre), donde enseñó durante muchos años.

Militante activo, participó en el SINPRO/RS (Sindicato de los maestros de Rio Grande del Sur), ayudó a fundar la Asociación de Profesores Jubilados de los Establecimientos de Enseñanza de Derecho Privado de Rio Grande do Sul y defendió con firmeza los derechos de las personas mayores.

Siempre jocista, junto con diferentes generaciones de militantes, trabajó sobre la edición del libro Juventude, Trabalho, Vida: uma história de desafios - JOC no Brasil, 1935 a 1985 y el Boletín Solidariedade, del que fue animador durante casi 10 años.

La Juventud Obrera Católica Brasileña, a través de sus antiguos y actuales militantes, agradece a Bartolo por toda su vida, por su compromiso y por su solidaridad con la clase trabajadora de nuestro país, especialmente con la juventud trabajadora. También nos solidarizamos con su familia, en este momento de su partida.

¡¡¡¡BARTOLO PEREZ: SIEMPRE JOCISTA!!!!

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¿Qué es la Asociación Internacional Cardijn?

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La Asociación Internacional Cardijn (AIC) es una asociación sin ánimo de lucro que quiere servir las generaciones actuales y futuras de jóvenes trabajadores y trabajadoras, en todo el mundo.

Creada oficialmente en septiembre de 1998 a la iniciativa de la JOC Internacional, l’AIC tiene por misión de apoyar financieramente los proyectos implementados por los jóvenes trabajadores con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.

Su vida durante, Cardijn, fundador de la JOC Internacional en 1957, no ha cesado de difundir el mensaje siguiente ¨Cada trabajador vale más que todo el oro del mundo¨ Convencido que este mensaje es siempre de actualidad, la AIC quiere ayudar a los jóvenes – aprendices o sin empleo, empleadas de hogar, trabajadores de la economía informal, trabajadores precarios, explotados de las zonas francas, excluidos de la sociedad – a realizar proyectos que les permitirán vivir en la dignidad.

La AIC funciona gracias a un equipo de voluntarios que obran para recoger fondos. Esos fondos provienen de donaciones depositadas por personas o movimientos con deseos de apoyar una causa justa: la de los jóvenes trabajadores. Ese capital es invertido en inversiones éticas donde los intereses sirven para financiar proyectos provenientes de movimientos o de grupos de jóvenes trabajadores que luchan por cambiar sus condiciones de vida y de trabajo. De empleos decentes, horarios de trabajo correctos, de salarios dignos, de días de descanso semanales, la eliminación del acoso sexual y moral, una protección social para todos… son tantos combates a dar en un mundo globalizado donde el ser humano se siente a menudo impotente frente a un muro de injusticia

Apoyando financieramente los proyectos de los jóvenes trabajadores, la AIC quiere simplemente aportar su piedra a la edificación de una sociedad más justa y un mundo más solidario.