Bruselas, Bélgica - Del 1 al 12 de mayo de 2025 - La Juventud Obrera Cristiana Internacional (JOCI) celebró su centenario bajo el lema “Unidos en la dignidad, juntos en la acción”, marcando 100 años de compromiso inquebrantable con la dignidad y los derechos de los/as jóvenes trabajadores/as de todo el mundo.
Del 1 al 12 de mayo, más de 100 representantes de la JOC de todos los continentes se reunieron en Bruselas, cuna del movimiento fundado por Joseph Cardijn. Los/as delegados/as procedían de lugares tan lejanos como Australia e India, Argentina y Egipto, Japón y Brasil, Alemania, Ghana, México, Tailandia, Quebec y muchos otros países. Las celebraciones del centenario no sólo fueron un momento de conmemoración, sino también un foro de renovación y solidaridad mundial.
Un movimiento arraigado en el simbolismo y la lucha
Las celebraciones comenzaron oficialmente el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, con un acto público organizado en colaboración con la JOC Valonia-Bruselas. Junto con varios sindicatos, entre ellos el Movimiento Obrero Cristiano Belga (MOC), y socios de la sociedad civil, el movimiento se hizo eco de las voces y aspiraciones de los/as jóvenes trabajadores/as.
Más tarde, cientos de personas se reunieron para una celebración espiritual en la iglesia de Laeken, donde está enterrado Cardijn. El Obispo de Lieja, Jean-Pierre Delville, declaró: “Hoy se cumple este pasaje de las Escrituras”, rindiendo homenaje a la transformación de la JOC, que ha pasado de ser una iniciativa local belga para convertirse en una fuerza mundial que trabaja por la dignidad de los trabajadores y trabajadoras. La jornada se terminó con la inauguración de una exposición pública que recorre la vida de Cardijn y la historia de la JOC, vinculando a las generaciones pasadas y presentes.
Afrontar los retos mundiales mediante el diálogo colectivo
El 2 de mayo, un foro público celebrado en el Centro Destelheide de Dworp reunió a delegados/as internacionales, antiguos miembros de la JOC y los principales socios del movimiento. En debates animados e integradores se abordaron algunos de los retos más urgentes del mundo: el auge de las ideologías de extrema derecha y los medios para resistirse a ellas, la denegación generalizada de los derechos de los migrantes, la precariedad en la economía informal, las persistentes desigualdades de género y la urgente necesidad de una transición social y ecológica justa.
Un momento especialmente conmovedor del debate fue el dedicado a la migración. A muchos miembros africanos de la JOC, a pesar de su activa participación y preparación, se les denegó el visado para asistir al acto. Esta exclusión se consideró como un duro recordatorio de las desigualdades globales y la discriminación sistémica. Su ausencia reforzó los llamados en favor de una ciudadanía mundial basada en la justicia y la igualdad.
No obstante, el foro fue fructífero. Surgieron estrategias concretas de acción internacional, centradas en la solidaridad, la movilización de los/as jóvenes y la defensa de los derechos humanos.
Celebrar el compromiso de los jóvenes y los intercambios culturales
Los días 3 y 4 de mayo, en Sint-Truiden, la KAJ (JOC flamenca) organizó un festival dinámico para los/as jóvenes, con música, talleres y diálogo político, todo ello en un ambiente festivo y movilizador. Uno de los momentos culminantes fue la proyección del documental completo de la JOC de Quebec, vibrante testimonio del incansable militantismo de los/as jóvenes trabajadores/as.
De cara al futuro: estrategia y visión
Si bien los actos públicos eran esenciales, las sesiones de planificación interna celebradas en Haltern (Alemania) los días 6 y 7 de mayo brindaron la oportunidad de reflexionar en profundidad sobre los retos a los que se enfrenta actualmente el movimiento. Los/as delegados/as revisaron los avances del programa 2022-2026 e iniciaron los preparativos del Consejo Internacional de la JOCI de 2026. Las sesiones se centraron en el diálogo intergeneracional, el pensamiento creativo y la colaboración internacional.
En todas las reuniones, desde los debates estratégicos hasta las manifestaciones callejeras, ha surgido la misma conclusión: la misión de la JOC no sólo está viva, sino que es más urgente y necesaria que nunca en el mundo actual.
Un centenario de determinación y renovación
El centenario fue algo más que una celebración: fue una llamada a la acción. Reunió a distintas generaciones y partes del mundo en torno a una visión común y un sentimiento de solidaridad. Como dijo un delegado: “No se trata sólo de celebrar la memoria del movimiento, sino de convertir esa memoria en acción”.