Comunicado de la JOC Internacional con ocasión del Primero de Mayo

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Hoy una necesidad aparece más importante que nunca:
una protección social para todos y todas con el fin de garantizar una vida y un trabajo dignos

Hoy, celebramos el 134° aniversario de la Jornada internacional de la clase obrera.  Lo conmemoramos manifestando o encontrándonos en línea en lugar de desfilar juntos en la calle. Esto muestra una vez más la situación que vivimos cotidianamente: toda nuestra vida y todas las sociedades están impactadas por la pandemia mundial del Covid-19.  ¿Cómo los jóvenes trabajadores atraviesan esta crisis? Aquí hay algunos testimonios

«Saludos a todos mis camaradas trabajadores! Mi marido y yo estamos ahora sin trabajo y sin salario.  Mi contrato en una fábrica de alimentación acaba de terminarse el 29 de febrero. A mi marido le solicitaron que no fuera al trabajo debido al confinamiento impuesto en razón del Covid-19.  Se suponía que yo retomaría mi trabajo en la fábrica, pero esto ha sido postergado a causa del cierre.  Debemos esperar el final de la pandemia.  Esta situación es difícil porque no podemos trabajar y entonces, no podemos comprar comida.  Hay distribuciones de ayuda alimentaria, pero esto no es suficiente para nuestras necesidades cotidianas.  Realmente necesitamos dinero, pero evidentemente tuvimos que decidirnos a quedarnos en la casa.  Lo más duro, es ver a nuestros hijos con hambre.  Esto incluye los adultos, estamos listos a sacrificarnos, pero es muy triste que los niños tengan que vivir esto» - Filipinas

«Trabajo de vendedor ambulante, vendo limones, papas naranjas en la calle. Este trabajo apenas lo hago desde el inicio de la cuarentena. Trabajo aquí con mi primo, él es mecánico pero el taller donde él trabajaba está cerrado producto del Covid 19 y por esta razón él está desempleado. Hemos decidido arriesgarnos para ver cómo nos va en este trabajo. En este trabajo no ganamos mucho, pero nos ayuda, para poder comer y cubrir algunas necesidades. En este tiempo la gente y los jóvenes de este sector, han estado acudiendo al “rebusque” trabajo informal temporal, hacemos esto para ocupar nuestras mentes en cosas positivas con el fin de tener algunos recursos y sobrevivir».  -Colombia

El teletrabajo, es difícil porque no estamos equipados para tener una oficina en la casa.  No tenemos las condiciones para trabajar adecuadamente en nuestro apartamento. No hay un escritorio, casi nada de espacio en la mesa y el apartamento no está hecho para trabajar.  Utilizó mi teléfono privado y mi conexión a internet.  Las comunicaciones se hacen mucho por WhatsApp. No utilizamos las soluciones más profesionales porque mi patrón no es muy favorable tampoco. La comunicación se hace mucho más por canales privados.  Por ejemplo, yo no trabajo hoy, pero recibí un mensaje WhatsApp de mi patrón esta mañana.  Nuestro director comercial no quiere que hagamos teletrabajo. Esto solo es posible para los que trabajan con dispositivos técnicos y para el personal en situación de riesgo. ¿Porqué? Yo no sé exactamente».

«Piden a los trabajadores de tomar días de vacaciones, tomar ya sus vacaciones o reducir sus horas de trabajo.  ¡Esperan a que nosotros tomemos nuestras vacaciones pagadas anuales ahora!»   - Egipto

Estos testimonios de jóvenes trabajadores provienen de una encuesta que realizamos sobre la crisis mundial actual.  La encuesta todavía no ha terminado, pero podemos ya sacar una conclusión: la pandemia fortalece y hace resaltar las desigualdades ya existentes.

Concretamente, coloca en evidencia:

·   Las fallas en los sistemas de salud de muchas regiones del mundo.  Pacientes mueren a causa de la falta de camas de hospital y de respiratorios.  La falta de medicamentos es un problema en muchos países.  En la situación actual, los trabajadores de la salud están en primera línea.  Sin embargo, inclusive fuera de esta pandemia, las enfermeras son sub-pagadas y los trabajadores del sector de la salud están confrontados al estrés.  Es claro que el mundo tiene necesidad de cuidados de salud de calidad.  Un sistema de salud de calidad comprendiendo también condiciones de trabajo dignas para los trabajadores de la salud.

·   La vulnerabilidad de los trabajadores informales que no se benefician de la seguridad social y que deben salir y trabajar para sobrevivir por que dependen de sus ingresos diarios.

·   La situación delicada de los trabajadores independientes que se encuentran sin ingresos por que sus proyectos y su trabajo han sido anulados.

·   La buena voluntad de los patrones de la que dependen muchos trabajadores. Ciertos trabajadores pueden hacer teletrabajo, pero no son autorizados a hacerlo actualmente.  Otros, son obligados a tomar vacaciones no remuneradas a su cargo o tomar las vacaciones anuales ahora.

·   El desequilibrio de género en nuestra sociedad que tiende a intensificarse de diversas maneras en la situación actual:  las mujeres están particularmente afectadas por el trabajo a domicilio y el cierre simultaneo de escuelas, porque en muchos casos ellas asumen más responsabilidades a nivel de la vigilancia de los niños que se quedan en la casa.  El trabajo a domicilio exige combinar las dos cosas.  El desafío es particularmente grande para las mujeres solteras.  La proporción de mujeres en las profesiones actualmente consideradas esenciales es muy elevada, por ejemplo, en el sector de la salud.  De igual manera el porcentaje de mujeres en los grupos vulnerables es bastante elevado, por ejemplo, en la economía informal.

·   La distribución desigual de las riquezas que muestra también el problema del espacio de vida.  Las personas que viven en pequeñas casas, en pequeños apartamentos o en habitaciones están en más desventaja porque disponen de menos espacio para vivir.

·   La necesidad de una buena protección social para todas y todos.  Esto comprende un sistema de salud, pero, aún más, una red de seguridad para cada uno.

Hoy también somos los testigos de una gran solidaridad.  Igualmente, ciertos actores religiosos (cristianos, musulmanes y otros) apoyan a grupos vulnerables y las personas se ayudan entre sí.  En Egipto, parece que las celebridades y los hombres de negocios bien conocidos están compitiendo para aportar su apoyo a muchas familias durante esta pandemia.

Las decisiones que tomen los gobiernos hoy afectarán directamente la manera en que está crisis evolucionará, así como la vida de miles de millones de personas. Con las medidas correctas podemos limitar su impacto y las heridas que dejará. El objetivo debe ser reconstruir para tener una mayor protección y seguridad para los trabajadores, tenemos que crear nuevas formas donde la vida humana sea lo prioritario sobre cualquier interés económico y material. Debemos reivindicar seguros universales más accesibles, más justos y sostenibles. Hay que actuar con rapidez, decisión y coordinación. Las medidas correctas y urgentes podrían hacer la diferencia entre la supervivencia y el colapso. Por supuesto, debemos continuar el combate contra el Covid-19 que ha cobrado ya tantas vidas, pero no olvidemos de asegurar que los trabajadores continúen a estar protegidos por las normas internacionales del trabajo.  La crisis actual es la ocasión de hacer cambios reales en nuestro sistema social y económico. Concretamente pedimos:

1)      Defender el derecho a la salud y a la seguridad en el trabajo, la libertad de asociación, el derecho a la negociación colectiva y la igualdad entre los sexos en el trabajo.

2)      Garantizar un ingreso y la seguridad del empleo a todos los trabajadores y trabajadoras.

3)      Garantizar una mejor protección social a todos y todas y aportar una ayuda inmediata a las personas con bajos ingresos y a los trabajadores informales.

4)      Realizar pruebas masivas y un tratamiento gratuito.

Abogamos por un mundo con más justicia social y una mayor solidaridad entre los seres humanos, con el fin de crear redes y de resistir a los impactos que tendrá el Covid-19 en los trabajadores.

El Equipo Internacional de la JOCI