EL CENTENARIO
Por Basma Louis, Presidenta de la JOCI
Nuestro fundador, Joseph Cardijn, "hijo de la clase obrera" y sacerdote de la Iglesia Católica, comenzó a organizar a los jóvenes trabajadores en 1912: ese mismo año se creó el primer grupo de base. Sin embargo, fue en 1925 cuando la JOC fue reconocida oficialmente en Bélgica, tanto por la Iglesia local como por la Iglesia universal, a través del Papa Pío XI, quien escuchó y respondió al deseo de Cardijn de "salvar a los jóvenes trabajadores". Este año celebramos el centenario de la JOC.
El centenario de la JOC no es un acontecimiento aislado, sino un proceso. Es una oportunidad para ver más claramente nuestro impacto en el mundo y en la vida de las personas.
Cuando miramos la cronología de nuestro movimiento y seguimos las huellas de la JOC a lo largo de estos 100 años, no vemos sólo fechas: vemos una transformación.
- Una transformación en la vida de las personas que han encontrado su voz y su dignidad a través de la acción.
- Una transformación en las comunidades donde la solidaridad sustituyó al aislamiento.
- Una transformación en los lugares de trabajo, donde los jóvenes se organizaron para defender sus derechos y la justicia.
- Una transformación en las estructuras sociales, donde nuestras luchas colectivas impulsaron cambios sistémicos.
Este cambio no se produjo de la noche a la mañana. No fue fácil, ni estuvo garantizado.
Se construyó lenta y constantemente, gracias a la fe, la perseverancia y el compromiso de jóvenes trabajadores comunes que se atrevieron a soñar con un mundo mejor y actuaron para hacerlo realidad.
Gracias al método Ver, Juzgar y Actuar, hemos transformado las luchas personales en fuerza colectiva.
Analizamos nuestra realidad, enfrentamos la injusticia y creamos alternativas, partiendo de la base.
Y, sin embargo, a pesar de todo lo que hemos conseguido, nuestro trabajo aún está lejos de concluir.
-El trabajo precario sigue dominando la vida de millones de personas.
-Las desigualdades aumentan.
-La crisis climática amenaza nuestro futuro.
-La migración divide familias y aísla comunidades.
-El racismo y la discriminación siguen profundamente arraigados.
Con demasiada frecuencia, no se nos trata como seres humanos, sino como instrumentos para obtener beneficios, estadísticas o problemas que gestionar.
En la JOC también somos conscientes de la importancia de colaborar con otros movimientos y organizaciones que luchan por los derechos de los jóvenes y de los trabajadores en todo el mundo.
Hace cien años, un sacerdote visionario, Joseph Cardijn, vio el dolor y la lucha de los jóvenes trabajadores y se negó a aceptar la injusticia como algo inevitable. Creía en el valor de cada ser humano, especialmente de los más marginados. Creía que los jóvenes trabajadores no eran víctimas, sino agentes de transformación.
Y Cardijn nos recordó algo que aún hoy resuena con urgencia:
"Un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo."
En un mundo que con demasiada frecuencia trata a los jóvenes como objetos desechables, las palabras de Cardijn son revolucionarias.
Nos recuerdan que nuestra labor no es caridad, sino justicia.
Nuestro movimiento no es sólo un recuerdo: es una misión.
Hace poco iniciamos las celebraciones de nuestro centenario con una inauguración virtual a la que asistieron jóvenes y mayores de todos los movimientos nacionales. ¡Fue un día estupendo!
Seguiremos celebrando desde el 1 de mayo hasta el 12 de mayo.
¡Bienvenidos a las celebraciones del centenario!
Puede consultar nuestro sitio web para más información.
¡Gracias a todos/as!